La imperiosa necesidad del Partido Popular de estar presente en los medios de comunicación sobrepasa mi cuadratura mental. Lo último para lograr esta presencia es la utilización de un artificio conocido como "Los Desayunos". Entiendo que se ofrecerán pastitas y café, o té a los más osados como esperanza Aguirre. Porque más allá de las viandas, lo que implica un "Desayuno" es realizar un mitin o una comparecencia ante la prensa a primera hora de la mañana. Muy desesperado hay que estar cuando se tiene que recurrir a este tipo de "pantomimas" para que la prensa hable de uno mismo desde la mañana.
Y no sólo eso, sino que además de tener que aguantar el bombardeo político en los informativos y mesas de tertulia matinales, hay que aguantar entre anuncio y anuncio la pesadez de la venta de productos adelgazantes, cinturones-sauna y créditos rápidos (al 20% TAE). Por todo eso no se termina con odiar al señor Rajoy, Zaplana y Acebes; sino que se acaba por odiar uno a sí mismo por ser un gordo y encima no tener un duro. Como siga usted así, Sr. Rajoy, subiéndole la autoestima a los españoles... malo.
Pero como en toda representación teatral, hay actores principales y hay actores secundarios. En primer plano, bien llevado por su apuntador, el Sr. Rajoy. Pero a su alrededor, pudimos ver a toda una legión de secundarios. Y, como en los estudios sociológicos sobre los restaurantes, detrás de las cámaras (nounca de cara al público) es donde se vieron las cosas más interesantes.
Por un lado, Josep Piqué (defenestradísmo dentro del PP, ESO ES COHESIÓN INTERNA EN UN PARTIDO) no fue saludado, ni mirado, por Zaplana, Acebes y Esperanza Aguirre. En primer lugar, diré que pese a sentar al lado de Esperanza a Piqué, ésta ni se inmutó. Hay que ver el peso específico que está ganando esta especie de... con perdón, "mosquita muerta". En segundo lugar, quiero destacar la impresionante cara que tiene el Sr. Zaplana. En mi vida vi a un político hablar del país de las maravillas que es su propio partido con cara más dura y con peores gestos de playboy revenido. Zaplana y su moreno de intenso solarium hablan de Jauja, mientras Piqué es abofeteado con la indiferencia de medio (o tres cuartos) de PP. Y por último me quiero referir al pobre de Josep Piqué, al que quizá le queden dos telediarios o menos, ya que hoy se reunía con Rajoy para charlar amigablemente. Charlar de fútbol, de la vida, del tiempo... porque como el Sr. Zaplana dice que el PP es el País de las Maravillas, dudo que la reunión de Rajoy con Piqué trate de temas tan cruciales como su continuidad en el partido.
Eso sí, Piqué sale del partido... bueno, deja de ser "cabeza visible" de partido, pero habrá que ver quién se va con él y quién ocupa su lugar.
Y termino diciendo que el único que en el PP sigue haciendo lo que le da la real gana, sigue siendo Ruíz Gallardón. Hábilmente fue el único que se acercó a Piqué y habló con él, en parte porque él dentro de el PP está en una situación similar (aunque ganando las elecciones de calle, no como Piqué en Cataluña). Y hasta le dio unas palmaditas en la espalda. Fue un momento de repudiado a repudiado que ya veremos como acaba.
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