Suele suceder siempre lo mismo. Salen datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) sobre la inflación, esta vez del 3'8%, y comienzan las elucubraciones sobre las cifras, sobre la responsabilidad del gobierno, sobre el petróleo...
El caso es que según se dice desde determinados medios de comunicación, la inflación es tremendamente alta. Algo que sin duda alguna es debido a la pésima gestión política y económica del PSOE. Me gustaría recuperar grabaciones de analistas políticos y económicos cuando los datos de inflación del 2002 eran del 4%, mientras el crecimiento del PIB tan sólo del 2'48%. Aquí sí que se presta calcular el diferencial, ¿verdad?, pero no se plantean ni siquiera hacerlo. Es mejor decir que la inflación es la más alta desde el 2002 (que suena como si esto fuese hace un siglo cuando en realidad fue hace 3 años. Si este año se ha montado la que se ha montado con una inflación del 3'8% y un crecimiento del PIB (estimado) del 3'4%. Estamos comparando la desastrosa gestión económica del PSOE con un diferencial de -0'4%, con la "magnífica" situación vivida durante el gobierno del PP en el que el diferencial era de -1'52%. Gran gestión la del Sr. Aznar, sí señor.
Estos datos aderezados con unas cuantas alusiones al Estatut y a ETA, se pueden llevar al terreno que nos dé la gana.
Termino pidiendo a alguno de estos eminentes analistas que hagan el favor de ilustrarme con los países de la UE que han crecido por encima del 3'4% de España.
30 diciembre, 2005
26 diciembre, 2005
Olegario Presas: futbolista sin nación.
Olegario Presas, más conocido por su "traducción" al catalá de Ulegué es uno de los muchos futbolistas que en estas fechas tan señaladas (Juan Carlos I dixit) se llena de orgullo y satisfacción (nuevamente, Juan Carlos I dixit) al ser convocado por "su" selección. Casos como los de Olegario, Orbáiz y otros que compaginan el turrón con las selecciones autonómicas.
El caso de Olegario es curioso, porque a pesar de dormir con barretina (típico sombrero catalán, al estilo Jimmy Jump), de encabezar anuncios en pro de las selecciones deportivas catalanas, de tomar partido POLÍTICO respecto del independentismo catalán... ante la llamada de la selección ESPAÑOLA no le duelen prendas a la hora de acudir a una llamada a filas. De hecho, dicen las malas lenguas que pidió el poder llevarse el chandal oficial de la selección para casa, ya que el escudo le resaltaba el color de sus ojos. Quizá la respuesta a esta incongruencia esté en que el patrocinador que lleva en sus botas paga bien si se está en las convocatorias de la selección española.
Luego tenemos el caso de algunos futbolistas con corazón tripartito. Que han acudido a la llamada de la selección española, que han acudido a la llamada de la selección del País Vasco y que ahora acuden a la llamada de la selección de su Navarra natal. Lo de la sociedad vasca me parece una de las mayores hipocresías que se han visto en la historia de la humanidad. Que un futbolista sea vasco por arte de magia, que sean vascos los que jueguen en tal o cual equipo vasco... chirría en los dientes del mismísimo Sabino Arana. Y apunto a Orbáiz (Navarra) y a Ezquerro (La Rioja), por ejemplo.
Yo creo que jugadores como Orbáiz viven muy de cerca el conflicto vasco, quizá demasiado cerca (no olvidemos lo poco que duró Lizarazu en Bilbao y por qué). Orbáiz va a tener que jugar en una misma semana con el País Vasco y dos días después con Navarra, vistiendo la camiseta de "su" selección, pero pensando en que este verano ojalá le lalmen para ir al mundial de fúbol con la selección española.
Son futbolistas sin camiseta. Futbolistas sin nación.
El caso de Olegario es curioso, porque a pesar de dormir con barretina (típico sombrero catalán, al estilo Jimmy Jump), de encabezar anuncios en pro de las selecciones deportivas catalanas, de tomar partido POLÍTICO respecto del independentismo catalán... ante la llamada de la selección ESPAÑOLA no le duelen prendas a la hora de acudir a una llamada a filas. De hecho, dicen las malas lenguas que pidió el poder llevarse el chandal oficial de la selección para casa, ya que el escudo le resaltaba el color de sus ojos. Quizá la respuesta a esta incongruencia esté en que el patrocinador que lleva en sus botas paga bien si se está en las convocatorias de la selección española.
Luego tenemos el caso de algunos futbolistas con corazón tripartito. Que han acudido a la llamada de la selección española, que han acudido a la llamada de la selección del País Vasco y que ahora acuden a la llamada de la selección de su Navarra natal. Lo de la sociedad vasca me parece una de las mayores hipocresías que se han visto en la historia de la humanidad. Que un futbolista sea vasco por arte de magia, que sean vascos los que jueguen en tal o cual equipo vasco... chirría en los dientes del mismísimo Sabino Arana. Y apunto a Orbáiz (Navarra) y a Ezquerro (La Rioja), por ejemplo.
Yo creo que jugadores como Orbáiz viven muy de cerca el conflicto vasco, quizá demasiado cerca (no olvidemos lo poco que duró Lizarazu en Bilbao y por qué). Orbáiz va a tener que jugar en una misma semana con el País Vasco y dos días después con Navarra, vistiendo la camiseta de "su" selección, pero pensando en que este verano ojalá le lalmen para ir al mundial de fúbol con la selección española.
Son futbolistas sin camiseta. Futbolistas sin nación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)