Ha desaparecido de la escena política (más de uno dirá gracias a Dios) mi querido Ángel Acebes. Lástima que sus 49 etarras con penas de más de 30 años, que él puso en la calle, no estén también desaparecidos. El caso es que a Ángel Acebes da la impresión de que no le están dejando hablar. O desde su partido... o es que él mismo ha optado por no decir ni pío ni ante el Estatuto catalán, ni ante las conversaciones Rajoy-Zapatero en Moncloa.
Es chocante que la cabeza visible del partido popular en materia de terrorismo y seguridad no emita ningún juicio de valor ante la reunión de días antrás en Moncloa. Ángel Acebes, o calla... u otorga. O se calla sus beligerantes y apocalípticas opiniones sobre el Gobierno, o es que otorga. Es decir, que ha llagado un momento en el que se ha dado cuenta de que la actitud del Partido Popular de instalarse detrás de las pancartas de las víctimas del terrorismo (en lugares bien visibles en donde se les pueda retratar en fotos) no tiene sentido alguno.
La semana pasada, hemos comprobado lo "unida" que está la cúpula del Partido Popular ante la reunión que se produjo el día anterior al encuentro Zapatero-Rajoy. Lo curioso es que el encargado de dirigirse a la prensa para comentar los (digo yo) aspectos importantes de lo tratado en esa reunión fue Gabriel Elorriaga. Más conocido por... ... ... ... EXACTO, más conocido por NADA. A esa reunión entran uno a uno los líderes del PP, cuando curiosamente suelen ir normalmente en pareja o en grupúsculos (no hablemos ya de la pareja de hecho que forman Acebes y Zaplana). En el momento en el que entra Ángel Acebes en Génova, ante las preguntas de los periodistas, éste hace un sprint y comenta: "luego, luego hablamos". Y tras la reunión de los halcones populares, las declaraciones de Acebes fueron éstas: ... ... ... .... Exacto. Nuestro querido Ángel Acebes, ante la noticia más importante de la historia de la democracia, no dijo ni pío.
Cuanto tiempo durará Ángel Acebes sin decir ni pío... eso sólo lo sabe él... o quien le esté mandando callar. Quizá prefiera quedarse en la nevera una temporada, hasta que lo del alto el fuego defina una trayectoria y que si álguien se queda con el culo al aire, ése sea Rajoy. Pero lo cierto es que con lo que le gusta a Ángel Acebes dar muestras de su fuerza dentro del partido, especialmente en materias de terrorismo, debe de estar mordiéndose la lengua muy a menudo cada vez que ve una cámara y un micrófono cerca.
Es chocante que la cabeza visible del partido popular en materia de terrorismo y seguridad no emita ningún juicio de valor ante la reunión de días antrás en Moncloa. Ángel Acebes, o calla... u otorga. O se calla sus beligerantes y apocalípticas opiniones sobre el Gobierno, o es que otorga. Es decir, que ha llagado un momento en el que se ha dado cuenta de que la actitud del Partido Popular de instalarse detrás de las pancartas de las víctimas del terrorismo (en lugares bien visibles en donde se les pueda retratar en fotos) no tiene sentido alguno.
La semana pasada, hemos comprobado lo "unida" que está la cúpula del Partido Popular ante la reunión que se produjo el día anterior al encuentro Zapatero-Rajoy. Lo curioso es que el encargado de dirigirse a la prensa para comentar los (digo yo) aspectos importantes de lo tratado en esa reunión fue Gabriel Elorriaga. Más conocido por... ... ... ... EXACTO, más conocido por NADA. A esa reunión entran uno a uno los líderes del PP, cuando curiosamente suelen ir normalmente en pareja o en grupúsculos (no hablemos ya de la pareja de hecho que forman Acebes y Zaplana). En el momento en el que entra Ángel Acebes en Génova, ante las preguntas de los periodistas, éste hace un sprint y comenta: "luego, luego hablamos". Y tras la reunión de los halcones populares, las declaraciones de Acebes fueron éstas: ... ... ... .... Exacto. Nuestro querido Ángel Acebes, ante la noticia más importante de la historia de la democracia, no dijo ni pío.
Cuanto tiempo durará Ángel Acebes sin decir ni pío... eso sólo lo sabe él... o quien le esté mandando callar. Quizá prefiera quedarse en la nevera una temporada, hasta que lo del alto el fuego defina una trayectoria y que si álguien se queda con el culo al aire, ése sea Rajoy. Pero lo cierto es que con lo que le gusta a Ángel Acebes dar muestras de su fuerza dentro del partido, especialmente en materias de terrorismo, debe de estar mordiéndose la lengua muy a menudo cada vez que ve una cámara y un micrófono cerca.