27 enero, 2011

REFORMA LABORAL: SI... PERO NO

La reforma laboral parece que está aquí. Los sindicatos que nos llamaron a la huelga general al proponerse la medida de elevar la vida laboral hasta los 67 años, han firmado la última oferta del Gobierno. Se nos dijo hace año y medio que las medidas firmadas hoy estaban propuestas por el mismísimo anticristo y hoy se firman sin hacer apenas declaraciones públicas. Los sindicatos han dejado atrás las grandes ruedas de prensa y no se han atrevido a ponerse delante de la cámara y decirle a sus afiliados y a los currantes españoles que el Gobierno se ha salido con la suya. El Partido Popular sencillamente no sabe qué decir. Si critica la reforma se le echarán encima los analistas. Si apoya la reforma estará dando por buena la gestión del Gobierno. Así que lo mejor es dejar las declaraciones para más adelante hasta "leer detenidamente la reforma" (De Cospedal dixit).
Más allá de decir un estoy de acuerdo o no con la reforma, dejaré constar mi opinión sobre los principales puntos. Allá vamos:
- Los dichosos 67 años. Sencillamente cae de cajón que las condiciones de vida de hoy y de los próximos años no son las mismas que hace 20, por lo tanto aumentar hasta los 67 años la vida laboral de un trabajador lo veo incluso necesario. El estado se ahorrará 2 años de pensiones y cada trabajador contribuirá 2 años más al mantenimiento del sistema. Aunque sinceramente, el cáncer de nuestro sistema no está en las jubilaciones a los 65 ó 67 años. La pata coja del sistema está en las prejubilaciones a los 56 años en sectores como la banca. Es más, yo incluso prohibiría las prejubilaciones por motivos puramente económicos para trabajadores no manuales. Y las masivas prejubilaciones que se darán en los próximos meses hasta que quede aprobada la nueva reforma laboral van a ser del tipo "tonto el último". Los juzgados de lo social no van a dar abasto. Tiempo al tiempo.
- El tema de los años de cotización para en la jubilación cobrar la pensión máxima. Básicamente este va a ser el ahorro FUNDAMENTAL del sistema. Sencillamante la pensión media bajará alrededor del 20%, como mímimo. De modo que como medida de ahorro, chapeau. Pero busquemos las lagunas. Pongamos el ejemplo de dos hermanos gemelos, de 18 años que dudan sobre qué hacer de su vida. Finalmente, uno decide hacer un ciclo de formación profesional, de mecánica. El otro opta por estudiar ingeniería industrial. Pasados 3 años, el gemelo ha terminado sus estudios de FP y comienza a trabajar, recibiendo un sueldo a sus 21 años de 1.000€. Su hermano, acaba de terminar 3º de Ingeniería Industrial y ha aprobado TODAS las asignaturas con matrícula de honor. Cuatro años después, el primero de los hermanos ha cotizado a sus 25 años ya 4 años, mientras que su hermano está cerca de terminar un proyecto de fin de carrera sobre un combustible que contamina la mitad que los actuales. Al cabo de 4 años volvemos a hablar con ambos hermanos y vemos que el primero continúa trabajando en la misma empresa, cobra 1.150€ y ya dirige a algunos subordinados con apenas 30 años. Por su parte, el otro gemelo ha terminado su Ingeniería obteniendo un premio de fin de carrera. Y animado por su buen rendimiento académico opta por estudiar el grado de Físicas. Estudios que termina 4 años después con un nuevo premio por su nota media de matrícula de honor. El taller mecánico en el que trabaja el otro hermano va viento en popa y continúa trabajando allí habiendo mejorado no su salario, pero sí mucho sus condiciones de horario laboral. A la edad de 32 años, el primero de los hermanos es valorado en su trabajo y ya ha cotizado a la seguridad social durante 14 años ininterrumpidamente. Por su parte, en el caso de nuestro estudioso amigo una empresa decide apostar por su enorme potencial y le contrata para desarrollar su nueva filial de combustibles. Ambos cotizan a la seguridad social por fin y contribuyen a sostener el sistema, uno con un salario de 1.200€ y otro con una generosa nómina de 5.000€ mensuales. Con el paso de los años, a la edad de 67 años ambos se jubilan. El primero de los hermanos ha cotizado a la seguridad social la friolera de 46 años. El otro hermano, "tan solo" 35. A la hora de recibir su primera pensión, solo uno cobrará la pensión máxima, puesto que al segundo gemelo le han faltado 3 años y medio para tener derecho a ella.
Y ahora analicemos el "vicio" del sistema. Sin estar o no estar de acuerdo con la medida de ampliar los años de cotización, diré que el sistema creado está podrido. Si basamos la sostenibilidad del sistema en un largo período de cotización más allá de la cuantía de la nómina, a mi entender estaremos cavando nuestra propia tumba. Porque ¿qué es lo que queremos para la economía de este país? ¿Infinidad de personas cotizando a la seguridad social o empleos de alta productividad? Sencillamente creo que la sostenibilidad del sistema hay que verla más allá de los años de cotización. Un trabajador altamente cualificado, generará más riqueza y no solo eso, sino que inherentemente a su cualificación obtendrá un salario mayor por su trabajo. Ni que decir tiene que su declaración de IRPF ayudará a sostener las cuentas públicas en mucha mayor medida que un trabajador de baja cualificación.
En resumidas cuentas, se ha denigrado la formación universitaria, las ingenierías, no digamos ya los estudios de postgrado, los másteres y cualquier formación que una persona puede recibir más allá de los 28 años. A partir de esta reforma hemos marcado toda formación como no rentable a efectos de la jubilación. Básicamente nos vamos a condenar a ser un país de operarios y de oficiales de 2ª. Dignos, sí, con las pensiones máximas, sí, pero poco formados. Y de esto a tener que importar ingenieros de la India, hay muy poco trecho. Y hacia ahí es adónde vamos. Hacia una renta per cápita de país de Europa del Este.
Estas son dudas a las que no parece contestar ni Gobierno, ni sindicatos, ni oposición. Y sinceramente, dudo que esto no se les haya pasado por la cabeza. Pero si el sistema es insostenible, lo es YA y el futuro de nuestra economía no importa. Hemos hecho una reforma laboral para los próximos 10 años, cuando se debería pensar para los próximos 50.
Ahí lo dejo.

06 enero, 2011

La alfombra roja para la llegada de Rajoy a la Presidencia del Gobierno

Hace un tiempo que tengo el presentimiento de que los próximos 18 meses van a ser muy difíciles para el Partido Socialista. Difíciles en el sentido de que se va poder comprobar cómo el propio Zapatero ha tendido una alfombra roja al Partido Popular y a Mariano Rajoy desde Génova a la Moncloa. Un trabajo a pico y pala, me atrevería a decir.
Sinceramente, que Zapatero haya o no acabado con su crédito me es indiferente. Es el que Presidente que hay y no tiene visos de nombrar a ningún sucesor, por lo tanto pase lo que pase estamos condenados a que Zapatero se enfrente a Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales de Marzo de 2012. Y estoy seguro de que se presentará Zapatero a una nueva reelección, faltando a su palabra de no ser Presidente más de dos legislaturas, ya que de no hacerlo se tendría que llevar a cabo un proceso de elecciones primarias para el que es demasiado tarde. Las primarias son ya una condición ineludible para la militancia socialista y su convocatoria, debate y elección de candidato a la Presidencia llevaría un tiempo bastante mayor que el año y pocos meses que restan para la cita electoral. Y no sólo por la organización de dichas primarias, sino porque si ya es delicada la situación del Partido en las encuestas, afrontar unas generales con un líder nuevo y recién salido de unas primarias sería un suicidio para el Partido. Unas generales implican minutos y minutos de cámaras, de informativos, de páginas de prensa escrita que no tendría el nuevo candidato. Los flashes de su elección y el 'boom' mediático que supondría su salida a la palestra no bastarían a mi entender para llegar al electorado. Y esto sea quien sea el elegido, tanto Rubalcaba, como Chacón (descarto conscientemente a José Blanco).
Estamos pues ante un nuevo duelo Zapatero-Rajoy. Duelo que no va a existir. No hay nada a día de hoy absolutamente nada que impida a Mariano Rajoy vapulear a Zapatero en las próximas elecciones. Mucho va a tener que buscar en las cloacas del Gürtel el diario EL PAÍS para conseguir no ya que Rajoy no gane, sino que no consiga la mayoría absoluta. Quizá sea mucho vaticinio, pero mi pronóstico es de un absoluto bochorno a las 21:00hs del próximo marzo de 2012 en la sede electoral del Partido Socialista. Y la desbandada de votos en Cataluña especialmente será tal, respecto a las pasadas generales, que desde Ferraz habrá que dar gracias a CIU de que el PP no consiga los mejores resultados de la historia, mientras el PSOE apenas conservará los 130 escaños.
La alfombra roja está tendida. Con políticas, con declaraciones, con nombramientos, con relevos... todo cuanto hace Jose Luis Rodríguez Zapatero repercute en el hundimiento del Partido Socialista y en el crecimiento de un perderdor nato como Mariano Rajoy, que sin hacer nada, NADA, se verá aupado a la Moncloa sin necesidad de llevar a cabo ninguna reforma económica que le reste popularidad en su primer año en el Gobierno. Es la condena a muerte que se ha impuesto el propio Zapatero. Básicamente se está realizando el "trabajo sucio" al futuro Presidente de derechas. Abaratar el despido, congelar pensiones y sueldo a funcionarios, reducir déficit, recortar ayudas sociales... y así una medida detrás de otra que dilapidan la imagen del Gobierno y provocan el desencanto, el voto de castigo y hasta el hastío de una militancia que no encuentra ya palabras para defender al partido en su entorno.
El panorama al que se enfrentará Rajoy vendrá en bandeja de plata. Será a finales de 2012 cuando el PIB crecerá de nuevo sostenidamente, comenzará a crearse empleo y mejorará la confianza de los consumidores. Y todo ello en gran parte provocado por las medidas de recorte presupuestario que está llevando a cabo Zapatero pero con la "desgracia" para el derrotado líder progresista de que su imagen estará ligada de cara al electorado al desempleo, los recortes y la derrota electoral. Mientras en la esquina opuesta del cuadrilátero, su rival recibe elogios de superávit en cuentas públicas, creación de empleo y a buen seguro aumento de pensiones y nuevas medidas sociales como la vuelta del cheque bebé (aunque sea con 1.000€). La gloria de la foto con viejecita abrazada a Mariano Rajoy tras el anuncio de una subida de pensiones mínimas, la verá Jose Luis Rodríguez Zapatero desde su casa con el desdén de quien se sabe la cabeza de turco que ha tendido su abrigo para que los zapatos de su rival no se manchen. Y no me cabe duda de que esto marcará la historia electoral de este país.
Pese al crecimiento de la economía española durante los primeros cuatro años de Gobierno Zapatero se arrastrará entre la opinión pública y mediática que los dos Gobiernos de izquierdas sumieron a España en una crisis económica abismal. Mientras el Partido Popular terminará por ser el partido que nos saca de las catástrofes económicas provocadas por la izquierda. Seguramente de forma injusta, por cierto. Puesto que la llegada de José María Aznar y la primera recuperación económica coincidió con la avalancha de fondos europeos que recibió España (dilapidados, en mi opinión en barbaridades como las autopistas R de Madrid, por ejemplo) y con el desarrollo de una economía basada absolutamente en la construcción de viviendas. Y en el caso de Mariano Rajoy su llegada se basará en los nuevos y masivos movimientos de capital tras superar el miedo a la crisis económica actual. Luego vendrán las fotos, como la de la viejecita, las gráficas de una economía evidentemente cíclica pero que diferenciará el color rojo por debajo del cero, del color azul por encima. Vendrán las políticas sociales vendidas a la opinión pública como una mejor gestión de los recursos.
En definitiva, con mayoría absoluta o no, Rajoy será el futuro presidente, más por desmerecimiento de su rival que por sí mismo, pero será Presidente. Y no habrá corrupción valenciana, ni final de ETA que lo impida. El camino está sembrado.