Galicia se quema. Y yo como gallego empiezo a estar un poco quemado con las noticias y sus distintas interpretaciones. Lo cierto es que mientras en incendios que se están dando en Cataluña, conocemos prácticamente el número exacto de hectáreas calcinadas, en Galicia no tenemos esos datos. Sabemos que hasta el 70% de algunos ayuntamientos está quemado, pero un número aproximado de hectáreas… no se da… o no se quiere dar.
Entremos en lo que se resalta de esta noticia por parte de unos y de otros. Como me niego a escuchar la Cadena COPE por las mañanas, por razones de higiene mental, me centraré con las valoraciones de otros medios que resaltan la no renovación (¿o era despido?) de los miembros de los retenes que no dispusiesen del título oficial de conocimiento del gallego. Lo de la Dirección General de Montes es de película de Paco Martínez Soria. El BNG de forma hábil (o quizá cometiendo un enorme error) se hizo con el control de la Dirección General de Montes. El juego del te doy, me das en política le puso en las manos la lucha contra los incendios. Claro está, aún no hace dos semanas, ya se decía en prensa que este año era algo anormal la poca incidencia de los incendios en Galicia. Ya se estaban poniendo las medallas en el BNG por su magnífica gestión, cuando estalló el polvorín que tenían entre manos.
Lo cierto es que esta primavera fue bastante lluviosa, lo que quizá haya retrasado el momento en el que los montes gallegos están en mayores condiciones de peligro de incendio. Si a esto le añadimos que durante la última quincena de Julio a hecho muchísimo calor… teníamos por delante un Agosto muy complicado.
Pero claro, a estas causas “naturales” hay que añadir la gestión al estilo BNG de la Dirección General de Montes. En ningún momento se ha negado que se pidiese el certificado de conocimiento del gallego para poder formar parte de los retenes de cuidado y limpieza de nuestros montes. Por lo tanto, es una información que hay que dar por válida. Lo curioso es que no se pedía el conocimiento del gallego para poder trabajar en los retenes, sino que se exigía la presentación del certificado de conocimiento del idioma. Ese BNG que habla de las raíces del galleguismo se pasa por sus galleguistas testículos que uno sea gallego de nacimiento y que hable el gallego habitualmente. Ahora parece ser que hay que ser gallego-hablante de carné. O eso, o no se trabaja en un organismo que gestiona el BNG. Es así de triste, pero es la realidad en la que vivimos. Ése es mi palo al BNG, que está haciendo de su gestión un lamentable escaparate. Espero que en el futuro no se le den nuevas esferas de poder a un partido como éste.
Justo en el lado opuesto tenemos al Partido Popular. Ayer, se presentó en Galicia a pié de cenizas Rajoy, con Alberto Núñez Feijóo, Ana Pastor (que está en todas) y otros populares postulables a la Diputación de Lugo, como Xosé Manuel Barreiro. Un acto electoral en toda regla, llevando a la prensa a una pista forestal en la que había alguna que otra llama. Curiosamente se trataba de una pista muy frondosa y verde, en la que apenas había humo, pero que tenía dos o tres matorrales ardiendo ligeramente. No me gustaría pensar mal, pero el fuego parecía incluso de atrezzo, o provocado para la ocasión. El caso es que después de unas declaraciones de Mariano Rajoy (más de lo mismo), asistimos a la imagen de un Núñez Feijóo que dirigía unas palabras ante la prensa y posteriormente, manguera en mano, se ponía a apagar esos conatos de incendio. Me pareció el acto electoralista más repulsivo en años. Sólo falta que Núñez Feijóo tenga los papeles en regla y pueda entrar a dar el callo en los retenes si al BNG le parece bien. Señor Núñez Feijóo: una cosa es su imagen de político a pié de calle, en camisa y tejanos… y otra cosa muy distinta es que agarre la manguera delante de las cámaras. Ponga usted sus pies sobre las cenizas, enjuague una lágrima al ver Galicia quemada… pero no se ponga en posición delante de los objetivos a modo de bombero. Es algo tan insolente como imaginarse a Álvarez Cascos o Mariano Rajoy sacando chapapote de las playas para la foto y la imagen. Esa imagen se volverá en su contra en breve… y usted se lo merece.
Mientras tanto, el PSdeG se pierde en palabras a medio gas. No queriendo cargar las tintas evidentemente contra su socio de Gobierno, pero dando la impresión de haber marcado una línea a fuego (nunca mejor dicho) que defina su actitud en el futuro con sus socios nacionalistas. Las declaraciones del "todo está bajo control" con casi cien incendios sin controlar... también se la recordarán en el futuro, señor Touriño.
No me quiero ir sin dejarle un regalito a un gran a migo mío:
Si nos ponemos a remover el pasado, vemos nuevamente cómo EN TODOS SITIOS CUECEN HABAS. Pongamos por ejemplo el año 1992:
Recuperemos la noticia del incendio en Finistrat. Según LA VOZ DE GALICIA, por aquel entonces la masa forestal de Finistrat, próxima a Benidorm, fue arrasada por un incendio en 1992. Apenas cuatro años después, el terreno se recalificó y sobre sus cenizas se alzaron pirámides egipcias y héroes de leyendas de Homero que hoy en día dan contenido a uno de los mayores atracos a mano armada de la historia. Ése no es otro que el parque temático TERRA MÍTICA y sus 1.050 hectáreas. ¿Alguno de estos datos es incorrecto? Nos lo podrá confirmar el señor Eduardo Zaplana.
Entremos en lo que se resalta de esta noticia por parte de unos y de otros. Como me niego a escuchar la Cadena COPE por las mañanas, por razones de higiene mental, me centraré con las valoraciones de otros medios que resaltan la no renovación (¿o era despido?) de los miembros de los retenes que no dispusiesen del título oficial de conocimiento del gallego. Lo de la Dirección General de Montes es de película de Paco Martínez Soria. El BNG de forma hábil (o quizá cometiendo un enorme error) se hizo con el control de la Dirección General de Montes. El juego del te doy, me das en política le puso en las manos la lucha contra los incendios. Claro está, aún no hace dos semanas, ya se decía en prensa que este año era algo anormal la poca incidencia de los incendios en Galicia. Ya se estaban poniendo las medallas en el BNG por su magnífica gestión, cuando estalló el polvorín que tenían entre manos.
Lo cierto es que esta primavera fue bastante lluviosa, lo que quizá haya retrasado el momento en el que los montes gallegos están en mayores condiciones de peligro de incendio. Si a esto le añadimos que durante la última quincena de Julio a hecho muchísimo calor… teníamos por delante un Agosto muy complicado.
Pero claro, a estas causas “naturales” hay que añadir la gestión al estilo BNG de la Dirección General de Montes. En ningún momento se ha negado que se pidiese el certificado de conocimiento del gallego para poder formar parte de los retenes de cuidado y limpieza de nuestros montes. Por lo tanto, es una información que hay que dar por válida. Lo curioso es que no se pedía el conocimiento del gallego para poder trabajar en los retenes, sino que se exigía la presentación del certificado de conocimiento del idioma. Ese BNG que habla de las raíces del galleguismo se pasa por sus galleguistas testículos que uno sea gallego de nacimiento y que hable el gallego habitualmente. Ahora parece ser que hay que ser gallego-hablante de carné. O eso, o no se trabaja en un organismo que gestiona el BNG. Es así de triste, pero es la realidad en la que vivimos. Ése es mi palo al BNG, que está haciendo de su gestión un lamentable escaparate. Espero que en el futuro no se le den nuevas esferas de poder a un partido como éste.
Justo en el lado opuesto tenemos al Partido Popular. Ayer, se presentó en Galicia a pié de cenizas Rajoy, con Alberto Núñez Feijóo, Ana Pastor (que está en todas) y otros populares postulables a la Diputación de Lugo, como Xosé Manuel Barreiro. Un acto electoral en toda regla, llevando a la prensa a una pista forestal en la que había alguna que otra llama. Curiosamente se trataba de una pista muy frondosa y verde, en la que apenas había humo, pero que tenía dos o tres matorrales ardiendo ligeramente. No me gustaría pensar mal, pero el fuego parecía incluso de atrezzo, o provocado para la ocasión. El caso es que después de unas declaraciones de Mariano Rajoy (más de lo mismo), asistimos a la imagen de un Núñez Feijóo que dirigía unas palabras ante la prensa y posteriormente, manguera en mano, se ponía a apagar esos conatos de incendio. Me pareció el acto electoralista más repulsivo en años. Sólo falta que Núñez Feijóo tenga los papeles en regla y pueda entrar a dar el callo en los retenes si al BNG le parece bien. Señor Núñez Feijóo: una cosa es su imagen de político a pié de calle, en camisa y tejanos… y otra cosa muy distinta es que agarre la manguera delante de las cámaras. Ponga usted sus pies sobre las cenizas, enjuague una lágrima al ver Galicia quemada… pero no se ponga en posición delante de los objetivos a modo de bombero. Es algo tan insolente como imaginarse a Álvarez Cascos o Mariano Rajoy sacando chapapote de las playas para la foto y la imagen. Esa imagen se volverá en su contra en breve… y usted se lo merece.
Mientras tanto, el PSdeG se pierde en palabras a medio gas. No queriendo cargar las tintas evidentemente contra su socio de Gobierno, pero dando la impresión de haber marcado una línea a fuego (nunca mejor dicho) que defina su actitud en el futuro con sus socios nacionalistas. Las declaraciones del "todo está bajo control" con casi cien incendios sin controlar... también se la recordarán en el futuro, señor Touriño.
No me quiero ir sin dejarle un regalito a un gran a migo mío:
Si nos ponemos a remover el pasado, vemos nuevamente cómo EN TODOS SITIOS CUECEN HABAS. Pongamos por ejemplo el año 1992:
Recuperemos la noticia del incendio en Finistrat. Según LA VOZ DE GALICIA, por aquel entonces la masa forestal de Finistrat, próxima a Benidorm, fue arrasada por un incendio en 1992. Apenas cuatro años después, el terreno se recalificó y sobre sus cenizas se alzaron pirámides egipcias y héroes de leyendas de Homero que hoy en día dan contenido a uno de los mayores atracos a mano armada de la historia. Ése no es otro que el parque temático TERRA MÍTICA y sus 1.050 hectáreas. ¿Alguno de estos datos es incorrecto? Nos lo podrá confirmar el señor Eduardo Zaplana.
Recemos porque todos los políticos remen en nuestra misma dirección. Porque mi impresión es que esta catástrofe sólo servirá como arma arrojadiza en las próximas elecciones municipales. Y sería triste.