Hace tiempo que vengo pensando en dejar en el blog algunas de mis inquietudes acerca de la situación en la que estamos respecto a Europa. Recuerdo las campañas electorales para las elecciones euuropeas pasadas, con sus eslóganes de "MÁS EUROPA". Y ahora cada vez más me doy cuenta de que realmente, la situación europea es cada vez más "poco atenta" con las realidades de algunos países europeos.
Evidentemente la UE fue creada para, por y según los designios de Alemania (necesita tener un mercado cautivo de sus productos industriales) y Francia (es la segunda gran dueña de "el pastel" al dirigir en base a sus intereses TODA LA AGRICULTURA de la Unión). Francia y Alemania se han repartido sistemáticamente la venta de productos agrícolas y manufacturas. Hasta tal punto de que han logrado que ENTRE TODOS, se le pague al Reino Unido un "cheque" en base a que no disponen apenas de agricultura que financiar.
Pero Europa implica más. Durante años y años se han ido limando paulatinamente parcelas de soberanía (aunque esta palabra tiene su "aquél") de los Estados. Pese a que los artículos 93, 94, 95 y 96 de nuestra Constitución constituyen una verdadera criba para las intromisiones de la Unión Europea en la soberanía española, en ninguna ocasión el Tribunal Constitucional consideró una norma europea como inconstitucional. Más bien, se dedicó a base de sentencias a "lavarse las manos como Pilatos" acerca de su papel en este tema.
Y he aquí el problema: ¿no es inconstitucional que si la competencia en materia de ganadería, agricultura y medio ambiente, por ejemplo, es de las Comunidades Autónomas según la Constitución en su artículo 148, esa competencia sea transferida sin más a la Unión Europea? Es un problema que viene de largo ya que los gobiernos de Felipe González y Aznar nada han hecho para evitar este, si me lo permiten vuestros oídos, expolio de competencias no sólo estatales, sino regionales.
Y la realidad política está respondiendo, a su manera, a todo esto. Las Comunidades Autónomas se encuentran limitadas no sólo por las carencias en la transferencia de competencias por parte del Estado, sino que cada vez Europa... pesa más. Y he ahí la respuesta de las Comunidades Autónomas (siempre encabezadas por Cataluña y el País Vasco, pero pronto se unirán al carro Madrid, Valencia y Baleares -todas en manos del PP-). La única vía que han contemplado es la petición de blindaje de las competencias actuales y la transferencia de nuevas competencias que contrarresten la situación a la que hemos llegado. Y es que: Europa sí, ¿pero a qué precio?
Por lo tanto, creo que la actitud de las Comunidades Autónomas de cara a la reforma de sus Estatutos no es del todo criticable. Eso sí, las bravuconadas nacionalistas nada tienen que ver con esta situación. Y quizá eso sea lo que ha diferenciado a CiU de Esquerra estos días.