17 marzo, 2006

Eduardo ZaplanaZOS

Hacía tiempo que no veía tirar por el retrete de forma tan penosa una polémica entre políticos. Pero es que mi amigo Eduardo se está superando en cada sesión de control al Gobierno.
El Partido Popular plantea desde hace unos meses (para bien o para mal) las sesiones de control como un ataque hacia la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, especialmente, desde que la televisión emite públicamente lo que allí ocurre. En estas sesiones, toma la palabra Ángel Acebes en primer lugar y después Eduardo Zaplana, en un intento de "comerse con patatas" a la Vicepresidenta. Pero María Teresa, por mucho que Federico Jiménez Losantos la llame de la Vogue, es un hueso duro de roer... y muy lista. Y Eduardo Zaplana ha comprobado lo bien que sientan en un hemiciclo las bofetadas en la cara (iba a poner escupitajos... pero me pareció demasiado escatológico -que no excesivo-).
Se las prometía muy felices Eduardo, sacando de su cuaderno las frases perfectas para "comerse con patatas" a la Vicepresidenta. Y es que, querido Eduardo, si fueses la décima parte de lo buen político que te crees, llegarías a donde quisieses. Pero lamentablemente... eres un mal político, salido de tu Comunidad Valenciana antes de que el pufo de TERRA MÍTICA te salpicase (de esa quiebra técnica no se te ve hablar nunca) y seguramente aupado en palmitas por quien, como tú, se gastaba todo su dinero en política y necesitaba hacerse rico cuanto antes (Caso Naseiro dixit).
Sigamos con la felicidad que irradiaba el bueno de Eduardo cuando empezó a criticar... ¿la política?... ¿la situación económica?... no, cuando empezó a criticar los trajes regionales y los bailes que se había pegado María Teresa en su reunión con dirigentes africanas. Sus críticas, aparte de ser de un mal gusto que ni redactadas por el Sacerdote pro-maltrato de valencia, se centraron penosamente en la puesta en escena de aquel acto. Y sus chistes lo único que consiguieron fue conseguir que las muejres de la sesión de control abandonasen la sala. Y el bueno de Eduardo se quedó con su cara de político de medio pelo de siempre, pero algo más blanca de lo normal. Si me lo permites Eduardo, te ha estado bien... por idiota. Y por idiota, entiendo lo siguiente: Que padece de idiocia. O, ante tu idiocia, te pondré la segunda acepción del Diccionario RAE: Engreído sin fundamento para ello.
Pero cuando uno además de IDIOTA es un tergiversador, la cosa no se puede quedar en una simple bofetada. Porque mi querido Eduardo, en su intervención, se deja en el tintero de sus palabras que allí también estaba Ana Pastor moviendo el cu-cu.
Lo cierto es que la memoria también le falla a amigos tuyos como Federico Jiménez Losantos, que tampoco recuerda a Ana Pastor en esa reunión. Quizá sea también idiota como tú.
No he podido evitar poner una foto con la cara que se le quedó a el bueno de Eduardo Zaplana tras los hechos arriba contados. Esa cara y tu actitud de "estoy buscando caramelos" lo dice todo, machote. Lástima no tener una foto del momento justo en el que te quedas blanco (y ya es difícil) cuando empiezan a irse. A ver si la encuentro por ahí... quizá en la web de FAES.