Cuando ETA asesinó cobardemente a Miguel Ángel Blanco, yo estaba en unas convivencias cristianas con otros catecúmenos. Fueron 48 horas que cada uno soportó como pudo.
Ya en casa, me pasé la tarde entera viendo la manifestación de Madrid. Un único lema, las manos blancas. Un único grito, "ETA NO". No se hablaba de otra cosa, ni se pedía nada más. Ni Constituciones, ni AVTs, ni pancarteos... nada más que un seco grito al cielo, donde Miguel ya no estaba esposado y de rodillas. Ese día las sonrisas estuvieron de luto. las caras, tanto de políticos como de anónimos, eran de duelo. Ni se pensaba en hacer una fiesta por la paz, ni dar lecciones a nadie. Victoria Prego lanzó al aire un discurso sin ninguna estridencia, plano y de un solo color: el del dolor. El eco de la megafonía no hablaba en nombre de nadie, ni siquiera de ella misma.
Ese fue un día de espíritu combativo. Pero limpio.
Hoy me he despertado con un homenaje de la Cadena COPE a Miguel Ángel Blanco. El telón de fondo, una voz nombreba una a una a cada víctima del terrorismo y su profesión (civiles, militares, estudiantes, panaderos...). Sobre esa voz en off, Ayanta Barilli leía la cronología del sufrimiento de Miguel Ángel Blanco. Y entre párrafo y párrafo, comentarios de implicados directos e indirectos, jalonaban un sentido homenaje... que poco a poco se fue convirtiendo en un panfleto.
La voz de Ayanta Barilli era la misma que en su sección "Un año de amor" en el programa La Mañana de Federico Jiménez Losantos. Las mismas pausas, el mismo tono de Lolita que sabe hincar sus uñas en el corazón del oyente.
Lo único que se le olvidó a Ayanta, es que no nos estaba leyendo una carta de amor de un jubilado a su esposa por sus 40 años de matrimonio. Nos estaba leyendo la crónica funesta de una muerte, lamentablemente, anunciada.
Después de meses sin escuchar la COPE, maldigo el día en el que volví a sintonizar por enésima vez ese dial.
Al contrario que Victoria Prego, Ayanta Barilli se limitó a hacer lo que mejor sabe: lanzar gemidos en forma de palabras que a buen seguro habrán hecho las delicias de su jefe. Y quizá de mucha gente, pero a mí no se me lleva al redil del manso con cantos de sirena. En lugar de hacer un homanaje a un héroe inocente, lo que han hecho es un burdo doblaje de película erótica de tercera. Eso sí, para orgásmico deleite del mayor manipulador que tenemos actualmente es España.
Gentuza que ha convertido "su" emisora en una máquina de propagar verdades, e incluso medias verdades. El fordismo llevado al límite, en versión indistria radiofónica. Con sus Losantos, Villa, Vidal y Brandau girando sin descanso el rodillo industrial de las verdades. Todo al servicio de lo que sus privilegiadas mentes creen que debe ser España. Como tecnócratas decididos a que España se mueva, viva y hasta respire como ellos quieren.
Han convertido su respuesta a la manipulación y al rodillo de la Cadena SER, en la manipulación y el rodillo de la Cadena COPE. Mismo estilo, distintos nombres.
Se empieza con la agresividad, con la denuncia, con la posesión en exclusiva de la verdad. Y se busca al español "mansurrón, suave y aterciopelado. Como Platero" (como le llama el propio Sr. Losantos). Y así se le abstrae de todo lo que no salga de sus altavoces.
Ahora se han dado cuenta de que tienen que quitarle al pueblo el circo, porque distrae. Y remiten a la FM en solitario el fútbol, mientras la Onda Media sigue dándole de comer al montsruo de la mano de César Vidal.
Del "Si algo pasa, está la SER" al "Enhorabuena por pensar de forma diferente" (diferente a los malos, igual que nosotros... los buenos).
Miguel no se merecía esto.
1 comentario:
Mártir de la democracia española: el orensano Miguel Angel Blanco Garrido (q.e.p.d.)
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